1. 1:3 “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”.
La bendición de leer, escuchar y obedecer la Palabra de Dios.
2. 14:13 “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”.
La bienaventuranza en el Cielo de los amigos de Cristo en la Tierra.
3. 16:15 “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza”.
La bienaventuranza del peregrino vigilante.
4. 19:9 “Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios”.
La bienaventuranza de los convidados de Dios.
5. 20:6 “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años”.
La bienaventuranza de la persona a la que no se la puede tocar la muerte.
6. 22:7 “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”.
La bienaventuranza del lector sabio de la Palabra de Dios.
7. 22:14 Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
La bienaventuranza de los que viven con limpieza conforme a la voluntad de Dios. Esta bendición se ofrece a todos los cristianos.
