Apocalipsis: EL PADRE ETERNO


La sociedad solía ofrecer modelos para orientar las relaciones familiares y sociales, mas como resultado de los cambios a lo largo de los tiempos y principalmente en la actualidad, los modelos progresivamente están desapareciendo, y para colmo hablar de un padrón suena para muchos como imposición, y por eso es comúnmente rechazado.
Sin embargo, al tratar con la gente en su individualidad, se puede identificar una fuerte necesidad de seguir un modelo, un principio, un padrón. Aunque uno afirme que tiene libertad en sus decisiones y no sigue un modelo, repite lo que recibió de sus padres o abuelos, especialmente cuando se va haciendo mayor y con más responsabilidades.
La Biblia es un modelo a ser seguido y por eso nos ofrece principios para todas las áreas de nuestra vida.
El primer y fundamental padrón ofrecido para las Sagradas Escrituras aparece desde los primeros registros, es decir, desde la creación del mundo, pues el Creador, Dios, se manifiesta como el Padre Eterno. Como la Biblia es coherente en todos sus registros, nos encontramos con el mismo padrón al final, en su último libro, el Apocalipsis.
1. COMPARTE LA RESPONSABILIDAD Y PRIVILEGIOS - 1:6  “e hizo de nosotros un reino, sacerdotes para Dios, Su Padre...”  5:10  “Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra." - Cuando el Padre Eterno llama a sus hijos, a través de Jesucristo,  comparte con nosotros responsabilidades y por eso, también comparte dones, talentos e instrumentos que son atributos Suyos para que nosotros podamos no solamente cumplir nuestro cometido sino también disfrutar de la vida que el nos da. A eso la Biblia lo llama sacerdocio de todos los que creen en Jesucristo.

2. CUIDA DE LOS SUYOS - 7:17  “...los pastoreará y los guiará a manantiales de aguas de vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos." - Al hablar del sufrimiento de los últimos tiempos, el Padre Eterno garantiza su cuidado, cariño paternal,  presencia y atención permanente .

3. RESPETA Y ES RESPETADO  - 4:11  "Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por Tu voluntad existen y fueron creadas."  - La relación de Dios con el ser humano debería tener como fundamento la perfecta creación (la naturaleza) que la humanidad destruye y que Dios regenera. Ese cuidado debería ser visto como el respeto que el Señor nos tiene y nuestra respuesta debería ser de un permanente respeto y adoración.

4. EJERCE LA AUTORIDAD CON AMOR -  5:9  ...”con Tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. 11:17  ..."Te damos gracias ...porque has tomado Tu gran poder y has comenzado a reinar” - La autoridad que el Padre Eterno demuestra viene precedida por el amor. Él da de lo que es suyo a los que en Él esperan.

5. DEJA UN HERENCIA INTEGRAL - 12:10 "...ha venido la salvación...porque el acusador... ha sido arrojado”. 21:3 “...El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo...” - La herencia que el Padre Eterno nos deja, antes de ser material es espiritual y emocional, es decir, un padre presente.  

6. GARANTIZA LA PERSEVERANCIA  - 14:12  Aquí está la perseverancia de los santos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús” - Para enfrentar las dificultades con valor tenemos un instrumento poderoso dado por el Padre Eterno, la Biblia.

7. APLICA DISCIPLINA COMO UN EDUCADOR - 18:20  "Regocíjate ... porque Dios ha pronunciado juicio" - La disciplina del Padre Eterno resulta en gozo, primero porque protege a los suyos de sus propios errores, pues son corregidos y también porque son protegidos y justificados (vengados) de cara a las injusticias, aunque parezca tardío.

El modelo del Padre Eterno debería ser aplicado en nuestras relaciones familiares, como padrón de actuación para los padres en sus actitudes hacia la familia y de la familia hacia los padres. Sabemos que solamente Dios no comete errores, así la misma misericordia que recibimos del Padre Eterno en cuanto a nuestros errores, así lo haremos a nuestros padres y como padres a nuestra familia.

                   Dirceu Amorim de Mendonça