APOCALIPSIS - EL LIBRO DE JESUCRISTO


La sociedad moderna se declara cada vez más distante del mundo espiritual, mientras que se acerca al mundo místico y supersticioso sin darse cuenta de su incoherencia.
Si salimos por las calles invitando a las personas a, por ejemplo, leer la Biblia, muchos nos contestarían del alto de sus castillos o casillas con argumentos intelectuales (¡Ssoy de una sociedad laica!), místicos (¡Creo en todo!), supersticiosos (¡Acepto todo para que todo me vaya bien!), humanistas (¡No me hace falta, pues busco el bien para todos!) o religiosos (¡Creo en lo que creo y ya está!), siempre con la intención de huir de una conversación mas profunda.
Si llevamos la misma investigación a los que sufren física o emocionalmente, a las respuestas anteriores se podría añadir la pregunta: ¿qué se gana con eso?, pues además de todas las calificaciones que se puede dar a la sociedad moderna, seguramente la podemos llamar de apresurada e impaciente, la sociedad del “fast food”, de la comida rápida.
Podemos concluir que la mayoría de las personas busca lo práctico, rápido y poco comprometido, considerando que desea que sus necesidades sean resueltas lo más pronto posible con el menor compromiso de cambio que se pueda exigir.
Hace poco tiempo, vimos la película “El libro de Eli”, donde el protagonista había memorizado la Biblia con el objetivo  de  preservarla de los que la buscaban para mal uso y provecho propio. En uno de los diálogos célebres, el villano declara que “El Libro” tenía las palabras más importantes que el ser humano podría escuchar y que aquel que lo tuviera en su poder dominaría las intensiones de la sociedad, motivo por lo cual muchos buscan libros seudo-inspirados o mágicos.
En nuestro acercamiento al Apocalipsis, nos aproximamos del libro de los últimos tiempos o últimas cosas según Jesucristo. Un libro, como ya sabemos, cuyos misterios se deshacen a la medida que adentramos en su pensamiento y propuesta. Un libro que no trata de magia, pronósticos o amenazas, mas si de un claro alerta en cuanto a nuestra caminata rumbo a los últimos tiempos.
Ni miedo ni desesperación, características a menudo agregadas a los adjetivos del Apocalipsis. Responsabilidad y respeto, estas si las expresiones que mejor se aplicarían a ese misterioso libro.
Juan es considerado su autor, sin embargo él mismo considera a Jesús como el autor intelectual, como se dice en la actualidad, o sencillamente aquél que inspiró el libro, en la misma medida de los demás libros de la Biblia, donde los autores materiales son hombres “inspirados” por Dios.
La Biblia coherentemente apunta a Jesucristo a principio como el  hombre “sobrenatural”, que una vez aparece a Abraham, otra vez lucha con su nieto Jacob, más adelante se presenta en un horno consolando a tres condenados a la muerte que no solamente fueron salvados como confrontó y quebrantó espiritualmente al Rey al ver ese invasor-salvador como enviado de Dios. Más adelante Jesús será concretamente presentado como el Mesías de un pueblo, Israel, que al manifestarse públicamente durante tres años como el Dios hecho hombre, Señor y Salvador, conquistaría la confianza de todo aquel que en Él cree.
El último libro de la Biblia, que estamos estudiando, nos presenta la visión de Jesús que al ser puesta en prática nos capacitará a enfrentar los difíciles días que se avecinan. Además, podemos considerar que esos últimos días no solamente se aplican a los últimos de la historia, como también a los desafíos de la vida cotidiana que se renueva a cada mañana.
Es un libro que al responder nuestras inquietudes, nos prepara a enfrentar nuestra vida futura que se hace diaria a la medida que camina nuestra existencia personal: ¿Cómo perseverar delante de tantos desafíos? ¿Cómo resistir a las persecuciones e injusticias? ¿Cómo sobrevivir en un mundo donde los valores éticos y morales están distorsionados? ¿Cómo vivir con esperanza?
                   Dirceu Amorim de Mendonça