EL CRISTIANISMO ES COMO UNA GRAN AUTOPISTA POR EL CENTRO DE LA VIDA


 “La verdad es como un león. ¿Quién ha oído nunca decir que fuese preciso defender a un león? Si lo dejamos libre, se defenderá a sí mismo”  (Spurgeon - Inglaterra - Siglo 19).
A todo cristiano le ha sido encomendado el depósito de la verdad, la revelación fundamental de las Escrituras con respecto a la naturaleza de la realidad: cómo es el mundo, cómo es Dios, cómo es la gente y cómo somos nosotros.
¿Qué es lo que hace que el mundo funcione como lo hace? ¿Por qué se viene siempre todo abajo? ¿Por qué da la impresión de que nada bueno prospera y todo lo malo parece reinar de manera indisputable? La explicación es el depósito de la verdad que nos ha sido dada por medio de Jesucristo y eso es lo que tenemos que guardar.
Hay un consenso general respecto al hecho de que el problema principal con el que se las tienen que ver tanto los mayores como los jóvenes es cómo enfrentarse a la vida y uno de los grandes obstáculos en cuanto a llegar a una opinión satisfactoria de la vida es que el Cristianismo se considera, de algún modo, como una especie de desvío, como si el ser cristiano fuese algo que nos obligase a renunciar a la mayoría de las cosas emocionantes de la vida, pero el Cristianismo no es ni mucho menos un desvío que dejase a un lado esta vida. Es precisamente como una gran autopista que cruzase por el centro de la vida, es la clave de la vida, es la realización del anhelo y de los deseos de los corazones humanos y, por ello, en esta segunda epístola a Timoteo, el apóstol nos está ofreciendo esta clave de la vida”.
Ray Stedman